Aunque las probabilidades de ganar son pocas, la industria del juego anuncia premios millonarios. En conclusión, jugar o apostar no es un pecado en sí mismo, pero lo puede ser dependiendo de la actitud que tengas al momento de hacerlo: si. En realidad, la gente juega por codicia. El sueño de ser ricos. Una descripción legal. Cuál es la postura de la Iglesia sobre los juegos de azar o apuestas? Muchos han notado que la mayoría de personas sentadas en las máquinas tragamonedas de un casino lucen tristes, aturdidas y hoscas. La definición básica de «apostar» en el diccionario es «participar en un juego por dinero o bienes; apostar sobre un resultado incierto»1. La Sagrada Escritura en general ha proporcionado explicaciones detalladas del pecado y lo. . La Biblia no menciona que el juego de azar sea un pecado real. Sin embargo, la Biblia nos advierte que nos alejemos del amor al dinero. La Biblia no condena específicamente el juego de azar, las apuestas o la lotería. Las personas deben considerar estos aspectos. Jim Newheiser. La Iglesia Católica cree que el juego es un pecado: fomenta el desperdicio de dinero, la adicción y el engaño. La Iglesia se opone a todos los juegos de azar o apuestas en cualquier forma, incluso las loterías (véase Manual 2: Administración de la. No.